Si eres nuevo en esto del
running, a buen seguro que andarás sobrado de ilusión, motivación y ganas no te
faltarán. Pero habrás oído o leído que eso de correr todos los días se
convierte en una pesada y repetitiva rutina que termina por cansar, y finalmente
se desiste de su práctica habitual.
Bien es cierto que la fuerza de voluntad es
la clave para llegar a ser un runner experimentado, y que tal fin requiere que
pongas esfuerzo y constancia por tu parte. Sin embargo, no te dejes llevar por
esa corriente negativa, porque, aparte de los beneficios que aporta, salir a
correr no es una actividad tan anodina y aburrida como muchos quieren hacer
ver.
Así que antes de empezar a correr por primera
vez, es bueno tener en cuenta una serie de recomendaciones que te ayudarán a
vencer la monotonía y a que tus entrenamientos sean más entretenidos y
variados.
-Alternar rutas y distancias. Entrenarse siempre sobre el mismo recorrido y
distancia es un elemento que contribuye a aumentar el aburrimiento. Así que lo
mejor que puedes hacer es planificar distintas rutas con diferente kilometraje a lo
largo de la semana.
-Correr sobre diferentes terrenos. Un gran número de corredores está acostumbrado a
correr sobre asfalto, y desgraciadamente no todos tenemos las mismas
posibilidades, pero si tienes opción de correr
por la playa o por el
monte, estarás contribuyendo a fortalecer los músculos, cuidar las articulaciones e incluso quemar mayor
cantidad de calorías.
-Entrenamientos a intervalos. Se trata de sesiones de trabajo de elevada
intensidad, donde corres durante un período de tiempo a la máxima velocidad posible, y acto seguido reducir dicha velocidad para recuperarte
del esfuerzo realizado. Este método de entrenamiento es idóneo para usar el
oxígeno de forma más efectiva, lo que redunda en una sensación de bienestar
general en nuestro organismo.
-Reverse running o correr hacia atrás. Es otra alternativa de ejercitarse que puedes
incorporar a tu programa de entrenamiento. Es una disciplina a la que se suman
más corredores cada día. Te proporciona un entrenamiento cardiovascular
más intenso, desarrolla la fuerza y el equilibrio de tu tren inferior y
disminuye las lesiones tanto en la zona lumbar como en las piernas.
-Subir escaleras. Es
otra forma de elevar la intensidad de tus ejercicios y romper con el esfuerzo
repetitivo de correr en terrenos llanos. Subir escaleras te permite desarrollar
la fuerza, la velocidad, además de mejorar tu sistema cardiovascular.
-Cuesta arriba y cuesta abajo. Idéntico caso que el de subir escaleras. Entrenar subiendo
y bajando cuestas mejora
tu resistencia, incrementa tu velocidad y tu potencia. Y también contribuyes a
un progreso muscular más natural.
¿Todavía crees que el running puede ser una
actividad física tediosa y sin alicientes? La puesta en práctica de cualquiera
de las alternativas que te hemos presentado no sólo te ayuda a entrenarte con
métodos variados sino que también contribuye a que mejores tu rendimiento. Y no olvides que existen más opciones para ejercitarse de una forma
efectiva y divertida, y que lo realmente importante es conseguir un hábito
deportivo y saludable.