Las
espinacas y el bacalao son dos de los ingredientes típicos de Semana
Santa. Hoy los cocinamos juntos para preparar un rico portaje de vigilia
con el cual es posible cumplir el precepto de abstinencia de comer
carne en los días de la cuaresma.
Ingredientes:
- 300 grs de garbanzos
- 200 grs de bacalao
- Espinacas, un manojo (si son congeladas 200 grs.)
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 2 rebanada de pan
- 1 cucharada de pimentón dulce
- Aceite de oliva
- Sal
- Agua
- 2 huevos cocidos (opcional)
Preparación:
La noche anterior se pone a remojar los garbanzos en agua templada con sal y en otro recipiente el bacalao.
En
una cazuela se echa aceite suficiente para que cubra el fondo y se
fríen los ajos enteros y las rebanadas de pan. Se sacan a un recipiente y
se tritura. (si se le echa una poquita de agua se tritura mejor).
Reservar.
Se corta la cebolla
a trocitos pequeños se echa en el aceite de haber frito el pan y los
ajos y se dora. A continuación se agrega el pimentón y se le da unas
vueltas procurando que no se queme. Se añade el agua necesaria para
cocer los garbanzos y cuando esté templadita se añaden los garbanzos y
el majado que tenemos reservado de ajos
y pan. Cocemos hasta que los garbanzos estén tiernos (si es olla exprés
45 minutos y si es a fuego lento dos horas y media). Cuando estén
tiernos se le añade el bacalao y las espinacas y se deja cocer hasta que
estén hechos. El potaje se tiene que quedar con el caldo espesito.
Es costumbre acompañarlo de huevo cocido troceado por encima del plato.
Este potaje está mejor de un día para otro.